La danza ha acompañado a Thomas Bangalter toda su vida. El músico, compositor, productor y DJ francés, conocido por ser parte del antiguo dúo de house Daft Punk, fue iniciado en este arte por su madre, una bailarina de ballet, al tiempo que creció escuchando los éxitos disco de su padre, un compositor de canciones. Las primeras lecciones de piano del joven Thomas estuvieron a cargo de un pianista de ensayos de la Ópera de París, cuyo trabajo diario consistía en tocar para las clases de ballet. “Mi infancia estuvo rodeada de clases de baile, coreografías y profesionales de la danza”, comenta a Alexis Ffrench, de Apple Music Radio. No es de extrañar que dijera que sí cuando el coreógrafo Angelin Preljocaj le invitó a componer un ballet completo para el Ballet Preljocaj y el Ballet de la Ópera de Burdeos. Mythologies, lanzado en julio de 2022 en el Gran Teatro de Burdeos y grabado entonces por la Orquesta Nacional de Burdeos Aquitania y el director Romain Dumas, supone un audaz salto creativo para Bangalter. El ballet evoca mitos antiguos y modernos para explorar la naturaleza atemporal y la pertinencia duradera del ritual, asuntos profundamente arraigados en el imaginario colectivo. Aunque el compositor nunca había escrito para orquesta, trabajar con profesionales de la danza fue como regresar a casa. “Fue un proyecto muy íntimo y personal, sin duda, volver allí en este proceso”, señala. “También veo las partituras y la composición para orquesta de una forma muy cinematográfica, porque me encanta el cine y creo que mi relación con los compositores clásicos tiene que ver con la forma en que se utiliza su música en las películas”. Bangalter empezó esbozando 23 movimientos de danza, buscando un equilibrio entre la música impulsada por estribillos rítmicos y piezas más conmovedoras y significativas. “Siempre me ha gustado la idea del contraste”, comenta. “Tenía claro que quería encapsular tanto las formas líricas como las más minimalistas y repetitivas. No las veo como opuestas y quería hacerlas coexistir dentro de la estructura del ballet”. Para componer estas piezas se sumergió en los eternos manuales de orquestación de Berlioz y Rimsky-Korsakov. “Quería tener una idea de las reglas a seguir y las que podía romper”, señala. La orquestación que realizó Ravel de Cuadros de una exposición de Mussorgsky le proporcionó ejemplos prácticos de ambas cosas. “Experimenté probando diferentes texturas y trabajando con algunas formas clásicas y otras menos tradicionales”. ¿En qué se inspiró para componer Mythologies? “Es una pregunta difícil de responder porque mi proceso es muy instintivo”, comenta. “Al mismo tiempo, este proyecto fue mi primera aventura en la orquestación. En el pasado tuve la oportunidad de trabajar con arreglistas y orquestadores de gran talento en algunas partituras de películas o para música de Daft Punk. Estoy muy agradecido, tras décadas de trayectoria, de tener la oportunidad de reinventar mi relación con la escritura y reevaluar también mi relación con la tecnología”. Tras años de expresarse a través de la electrónica, para Bangalter fue un cambio refrescante escribir únicamente para instrumentos acústicos. “Fue una experiencia muy tranquila y compatible con el confinamiento. Aprecié mucho este proceso”. El espíritu esencial de su ballet recorre el 10.º movimiento, “L’Accouchement”, una apasionada meditación para cuerdas salpicada de exquisitos colores de viento y percusión. “Creo que esta pieza encierra la idea de tensión y liberación y ese estado de paz que se eleva hacia el final”, comparte. “‘L'Accouchement’ es el término francés que designa el trabajo de parto y quizá sea también una metáfora del aspecto atormentado de la creación. Pero en realidad no me gusta explicar demasiado el proceso, sino más bien escuchar y dejar que la música hable por sí misma”.