El álbum Mirrored de Vanessa Wagner se desenvuelve como una expresiva declaración de asombro y cariño hacia la profunda fuerza del minimalismo. A lo largo de 10 pistas, la pianista francesa teje melodías que invitan a hacer una pausa en lo cotidiano y escuchar con atención. Esta selección de piezas contemporáneas entrelaza, a la vez, las raíces de la tradición occidental con evocaciones de mantras, rituales sagrados y cantos tradicionales. “A veces se considera que la música minimalista es simple. Y ciertamente contiene pocas notas, en especial si la comparamos con composiciones del Romanticismo o la complejidad de obras virtuosas del piano, que también he interpretado”, comenta la artista a Apple Music. “Sin embargo, he descubierto un inmenso campo de expresión en las piezas de ese género, en su configuración del sonido, resonancia de las armonías, así como el balance de silencios y suspensiones. Me fascina la manera en que la música vive en una especie de espacio invisible entre cada nota. Esta selección abarca conceptos y emociones simultáneas como disolvencia, reflexión, realidad difuminada, melancolía y ensueño. Creo que quien la escucha se identifica con ella por eso mismo, pues son melodías de sombras y luces”, explica. Wagner concibió el álbum para ser escuchado sin interrupciones, desde la cinematográfica “The Poets Acts” de Philip Glass hasta “Mineral” de Sylvain Chauveau. En este material intercala piezas de Moondog, Léo Ferré, Ryuichi Sakamoto, referentes del minimalismo sonoro. Destaca en particular “Number 1”, creación de la compositora Camille Pépin, que refleja las sutiles barreras entre géneros de música instrumental. Y así lo hace este disco en su conjunto.