En 1900, Janáček empezó a componer On An Overgrown Path para piano, una bella y conmovedora colección de recuerdos personales y reflexiones sobre la muerte de su hija Olga. En esta nueva versión orquestal, la música de Janáček adquiere una nueva dimensión. Gracias a su expresivo rango, sus contrastes emocionales resaltan, pasando de la ternura (“A Blown-Away Leaf” y “Come With Us!”) a la desesperación (“Unutterable Anguish” y el extraordinario “The Barn Owl Has Not Flown Away!”). La poesía de la francesa Maïa Brami sirve de hilo a esta notable reinterpretación y ofrece el contexto ideal para muchas de estas memorias musicales. La grabación está envuelta con piezas contemplativas de otros dos compositores checos, Suk y Dvořák, que como Janáček, se inspiraban en el folclore.