Wagner exige mucho de sus cantantes: de la vulnerabilidad del zapatero Hans Sachs de Los maestros cantores (Die Meistersinger von Nürnberg) a la falibilidad del Wotan de El anillo del nibelungo (Der Ring des Nibelungen) o la traición del Rey Marke por Tristán en Tristán e Isolda (Tristan und Isolde). En este recorrido por los papeles para barítono más complejos de las óperas de Wagner, el barítono Matthias Goerne demuestra una inagotable versatilidad. La devastadora despedida de Wotan a Brunilda ("Leb wohl du kühnes herrliches Kind"), seguramente el punto culminante del álbum, es uno de los momentos más deslumbrantes del repertorio wagneriano. La orquesta suena luminosa y exuberante: los preludios orquestales entrelazados, las oberturas y los interludios son sublimes. Y la música del Viernes Santo de Parsifal es de una belleza fulgurante.