Las obras de Leoš Janáček están impregnadas de las melodías y los ritmos de la música folclórica checa, pero con un toque moderno. Janáček nació en el pueblo moravo de Hukvaldy, en 1854, y fue una figura destacada en el renacimiento de las tradiciones sonoras folclóricas a principios del siglo XX. Pasó los primeros años de su carrera dirigiendo coros y enseñando órgano en Brno, la capital de la provincia. Varias obras para piano de principios de la década de 1900, como Por el sendero cubierto (1900-08), demuestran la peculiar visión de sus inspiraciones populares. El reconocimiento internacional llegó tarde, pues ya tenía más de 60 años cuando su tercera ópera, Jenůfa, escrita en 1894, se representó con gran éxito en Praga durante 1916. Al año siguiente, Janáček conoció a la joven Kamila Stösslová. Su obsesión con ella provocó un florecimiento creativo tardío y lo llevó a escribir sus obras más famosas en su última década. Entre estas se encuentran la Sinfonietta (1926) y la Misa glagolítica (1926-27), dos cuartetos de cuerda íntimos y confesionales (1923, 1928), así como óperas que representan su relación con Stösslová en forma de alegoría: Katia Kabanová y La zorrita astuta. Janáček murió en 1928. La conmovedora escena final de esta última pieza antes se interpretó en su funeral.