Never Will

Never Will

“El truco era saber quién soy antes de correr a contárselo a todo el mundo, o antes de dejar que otros me dijeran quién soy”, dice Ashley McBryde a Apple Music. La cantante de voz magnética e historias sobre la realidad cotidiana que aterrizó en el mainstream del country hace apenas unos años pulió sus canciones tocándolas en bares. “No cambiaría por nada esa década tocando en bares porque así aprendí si una canción servía o no. ¿Podía hacer que la gente la escuchara? ¿La podía colar entre dos covers? Creo que esa fue la clave para saber quién era y cómo quería sonar cuando entré a grabar mi primer disco en forma”. Never Will, la continuación de Girl Going Nowhere, su álbum debut de 2018, no hace concesiones a las prioridades de la disquera o las preferencias de la radio. Sus once canciones van de las historias góticas del sur y el honky tonk transgresor a los himnos de clase trabajadora, los lamentos estoicos y otras formas clásicas que altera con ingenio. Acompañada de su banda habitual y el productor Jay Joyce, McBryde pasó los temas por un proceso de experimentación para afilar sus aristas. “Si tienes una idea rara, algo estrafalaria”, dice, “o si empiezas diciendo ‘esto suena absurdo, pero vamos a intentarlo’, Jay siempre te va a dar luz verde”. Aquí, nos guía por las canciones de Never Will una a una. Hang In There Girl “Vi a una chica que debía tener 14 o 15 años. Estaba de pie junto a un buzón que parecía haber sido usado para jugar béisbol muchas veces. Se notaba que lo habían aplastado y arreglado y aplastado y arreglado, y apenas se sostenía sobre el poste. Estaba haciendo algo que yo había hecho muchas veces: pateando piedras. No porque estuviera enojada con su madre ni nada de eso, sino más como diciéndose ‘¿por qué estoy sentada aquí dando patadas a las piedras? ¿Por qué está tan alta la hierba? ¿Por qué la ropa que llevo nunca es nueva?’. Soy la más pequeña de seis y no sólo tenía que llevar ropa heredada, sino heredada de mi hermano. Cuando por fin tuve una bicicleta, no fue porque pudieran comprarme una, sino porque uno de mis primos mayores ya no usaba la suya. No hay nada malo en crecer así. Es algo de lo que me siento orgullosa. Me dieron ganas de bajar del auto y decirle ‘en sólo un par de años, vas a tener edad para trabajar, vas a tener dinero y vas a comprar un auto para irte de aquí. Y te prometo que cuando dejes este lugar, lo vas a recordar con cariño”. One Night Standards “Nicolette [Hayford] y yo escribimos una canción que se llamaba ‘Airport Hotel’. La melodía terminaba con ‘I'm still sitting here kicking myself for treating my heart like an airport hotel’ [Sigo sentada aquí, lamentándome por tratar mi corazón como el hotel de un aeropuerto], porque no es un lugar en el que quieras quedarte mucho tiempo. Pensamos que íbamos a dejarla simplemente como una estrofa y un coro porque algo no encajaba. En nuestra siguiente sesión, invitamos a Shane McAnally. Cuando escuchó lo que teníamos, dijo que no le parecía que hubiera nada que estuviese mal y que deberíamos seguir tocándola e intentar ser un poco más honestas. Entonces, dije ‘la razón por la que las habitaciones de hotel sólo tienen una mesita de noche es porque son para relaciones de una noche [juego de palabras entre one nightstand (una mesita de noche) y one-night stand (relación de una noche)]’. Y Shane dijo ‘¿dijiste standards? Mételo en la rima y ponlo de gancho al final’. Después llegó la siguiente estrofa. Es una especie de “cariño, está bien, no le des vueltas. Voy a dejar la llave aquí y si la agarras y nos vemos más tarde, genial. Y si no, no pasa nada’. Cuando lanzamos el sencillo, hubo gente que me decía que no era algo que una dama diría, que no era especialmente femenino’. Me han llamado muchas cosas, pero dama no es una de ellas’. Shut Up Sheila “Este era un demo con piano y guitarra del que me enamoré en cuanto me lo envió Nicolette. Nunca había escuchado una canción country sobre la muerte de una abuela. Y cualquier ocasión es buena para decir ‘cállate’ o dejar caer una palabra malsonante. En todas las familias hay personas que, porque son arrogantes o por la razón que sea, cuando las ves en una comida o en una ocasión triste como esta, lo único que quieres es mirarlas y pedirles que se callen. Si en la próxima cena de Acción de Gracias sientes que tienes que morderte la lengua, escucha la canción. Al grabarla, me hizo recordar momentos de pérdida. Cuando perdí a mi hermano, estaba furiosa. Recuerdo que en el funeral decían ‘vamos a rezar todos juntos un momento’. Y yo no quería rezar, quería estar furiosa. Quería emborracharme y fumar mota, y salir de todo aquello por un rato. Todo el mundo lidia con la pérdida de maneras diferentes y nunca está bien forzar a los demás a hacerlo de la tuya. Todos necesitamos un poco de espacio para respirar”. First Thing I Reach For “Esta la escribí una mañana con Randall [Clay] y Mick [Holland]. Randall vino y echó whisky en nuestros cafés. Todos encendimos un cigarrillo y la escribimos como una canción triste. Cuando llegué al estudio, pensé que en mi mundo las canciones son medios tiempos con guitarras rasgueadas, pero ¿qué tal sonaría esta si la tocáramos como una banda de bar y el bar estuviera en un boliche? Mi guitarrista solista tiene una Telecaster con un B-bender y su padre toca la pedal steel, así que no le costó nada encontrar un riff increíble”. Voodoo Doll “Quería que esta te hiciera sacudir la cabeza, que fuera un poco metal, pero no sabía cómo íbamos a conseguirlo. Aunque a la banda le encantaba, no estábamos seguros de cómo iba a salir en el estudio. Entonces, dije ‘vamos a tocarla juntos tan alto y tan fuerte como podamos, y que el solo lo haga un instrumento suave. Que sea una mandolina. Pongamos el instrumento más tradicional en la canción más rockera. Vamos a mezclar los sonidos tradicionales con las guitarras distorsionadas’”. Sparrow “Nicolette y yo teníamos la idea de hacer una canción sobre gorriones. Cuando empecé a hacerme tatuajes en los brazos, los dos primeros fueron dibujos de gorriones y ella me preguntó por qué gorriones, por qué habían sido esos mis dos primeros tatuajes. Le respondí que era porque todos saben que los gorriones vuelan por todo el mundo, pero nunca olvidan dónde está su hogar. Tienen la capacidad de guiarse de vuelta al árbol en el que nacieron, y eso es algo que me encantaría conservar en mí misma. Sabía que si le contábamos la idea, Brandy Clark podía ayudarnos a hacerla realidad”. Martha Divine “Creo que esta es la primera canción que Jeremy Spillman y yo escribimos juntos. Estábamos en el sótano de una vieja iglesia. Le dije que debíamos escribir algo oscuro. Hacía tiempo que no escribía una balada de asesinatos y tenía ganas de matar algo. Se nos ocurrió el nombre de Martha Divine, que era una leyenda urbana en Kentucky, el estado de Jeremy. No utilizamos su historia, pero me encantó el nombre. Así que pensé en qué ocurriría si hiciéramos como en ‘Jolene’, pero escrita desde la perspectiva de una persona un poco psicótica, una chica muy religiosa y sobreprotectora con su madre. Puede que tenga 15 años, puede que tenga 21. En mi mente, tiene que alternar entre recitar versículos de la biblia como una buena chica y lanzarte una sonrisa porque está a punto de golpearte la cara con una pala y se siente orgullosa. A veces bromeo con que las canciones de infidelidad siempre están escritas desde el punto de vista de quien engaña o de quien es engañado. Por suerte, conseguí escribir desde la perspectiva de la hija. Y no tengo ni idea de dónde pudo salir. Seguro que mi padre me da las gracias por ponerla en el disco”. Velvet Red “Cuando empezamos a grabarla, les dije a los chicos que teníamos que tocarla todos juntos y, luego, que [Chris] Sancho tocara esa línea de bajo porque me estaba volviendo loca. Estaba tocando un bajo semiacústico y él viene de una onda blues y Motown. Y de repente nos encontramos con esa línea y sonaba genial. De esta forma, mantienes el tono tradicional de ‘Velvet Red’, que es lo mejor para que brille la historia, pero no estás limitándote al bluegrass estricto”. Stone “Nicolette y yo tenemos una regla general que dice que no escribimos nada hasta que una de las dos llore, de risa o porque algo le ha tocado el corazón. Nuestros hermanos murieron de maneras muy diferentes. Los dos eran veteranos del ejército, pero su hermano David murió atropellado por un auto y el mío se suicidó. Salimos a fumar y a charlar un rato, intentando enfocarnos en el tema, pero también queríamos alejarnos un poco para tomar aire. Y entonces dijo algo que me hizo reír y ahí me di cuenta de que me reía igual que mi hermano. Eso me volvió loca, así que me puse a llorar a gritos. Y me dijo ‘¿ves?, estás furiosa porque te duele y la razón por la que te duele es porque nunca prestaste atención a cuánto se parecían hasta que murió. No pasa nada. Vamos a empezar a escribir desde ahí’. Hay esperanza, es como si viera pedazos de él en mí. Creo que sentí que tenía que meterla en el disco porque me hizo avanzar más en ese proceso que cualquier terapia. Quizás pueda ayudar a alguien más”. Never Will “Matt [Helmkamp], nuestro guitarrista solista, me envío un riff que había estado tocando. Tenía un ritmo especial. Balbuceando, se nos ocurrió lo de ‘I didn't, I don't, and I never will’ [No lo hice, no lo hago y nunca lo haré]. Ahí es cuando recordamos a toda esa gente que te trataba mal porque querías hacer música. Y ahora que te nominan para los Grammy y cosas así, lo único en que se te ocurre pensar es en lo confundidos que estaban respecto a la razón por la que queríamos dedicarnos a la música, la manera en la que hacíamos las cosas y el hecho de que sólo tocaba en bares. ¿Cómo carajo vas a llegar a tocar en estadios si no tocas en los bares? Una carrera no es un trofeo por participar”. Styrofoam “Esta la solía tocar en la noche de compositores del Blue Bar [en Nashville]. Lo llamaban el Freakshow. Randall Clay estaba en la tarima una noche y empezó a decir ‘Bueno, en 1941…’. Yo no sabía de qué hablaba. Pero cuando llegó al coro, estaba muerta de risa porque es una canción divertidísima de cantar y, además, es educativa. Randall era uno de esos compositores capaces de hacer algo así. Crecí comiendo y bebiendo en estaciones de servicio y paradas de camiones. Sé que no es responsable con el medio ambiente, pero las cosas saben mejor en unicel [styrofoam] y es una palabra divertida de cantar. Randall murió [en octubre de 2018] y queríamos rendirle homenaje. Tenemos otras dos canciones suyas que tocamos en vivo y quería ponerlas en el disco, pero no pudo ser. El último día de grabación, Jay dijo que le gustaría tener una canción que fuera superdivertida de escuchar. Me senté y canté ‘Styrofoam’”.

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