Un aire de confianza absoluta impregna todo lo que hace Central Cee. En Wild West, su primer mixtape, el rapero de Shepherd’s Bush disparaba rimas sobre los contratos que rechazó antes de su fulgurante ascenso mediático y momentos virales que ya entonces parecían inevitables. 23, su segundo proyecto de larga duración, lo captura en un momento aún más eufórico. “Cuando empecé a rapear, mi actitud era ir a por el dinero”, confiesa a Apple Music. “Quería pillar todo el que pudiera. Lo curioso es que ahora ha cambiado todo. Cada vez tiene menos que ver con eso y más con causar un impacto real, transmitir un mensaje positivo y, espero, cambiar unas cuantas vidas por el camino”. El espíritu positivo es ahora evidente de principio a fin. Central Cee reflexiona sobre el camino del oeste de Londres a Beverly Hills en “Cold Shoulder”, vuela en aviones privados en “Terminal 5”, cruza el continente con estrellas del drill en “Eurovision” y se encuentra con Puff en Los Ángeles al llegar a “Bunda”. “Me encerré en el estudio dos semanas”, recuerda. “No me gusta demasiado pasarme días ahí metido, pero se creó un buen espacio creativo con toda mi gente y colegas que también hacen música. Era una situación muy productiva”. Uno de los ingredientes esenciales sigue siendo Young Chencs, el mago de los beats de las Midlands que ilumina el talento de Cee en temas como “Retail Therapy”, guiño a “Wildflower” incluido. Por irresistible que sea, hay mucho más detrás de la chulería. “Khabib”, por ejemplo, es una oda al boxeador Khabib Nurmagomedov, musulmán como el MC. Suena tan reluciente y sinuoso como las otras canciones que lo han convertido en una estrella, pero también es una declaración de fe sin filtros. “Significa todo para mí”, explica. “He tenido que superar momentos difíciles, a veces solamente con la ayuda de mi fe en Alá y el poder de mi mente”. 23, el número de Jordan y la edad de Cee, es la prueba definitiva de que sus himnos a la vida rápida están cargados de profundidad.