Habiendo superado muchos de los grandes desafíos del repertorio para piano, la siempre inquieta Hélène Grimaud buscó a Nitin Sawhney para comisariar este álbum inspirado en el agua que reúne a maestros como Liszt, Ravel, Fauré, Albéniz, Janáček, Takemitsu y Berio. Como álbum conceptual, Water fue sin duda un trabajo pionero, marcando el comienzo de un nuevo enfoque en los programas clásicos.