El reconocido pianista turco Fazil Say grabó las composiciones de Bach por primera vez en 1998. Durante la pandemia, el instrumentista no sólo encontró iluminación y solaz al concentrarse en las Variaciones Goldberg, sino que descubrió su próximo proyecto. Así lo relata para Apple Music: “Me di cuenta de que esta obra era una seria omisión en mi vida como músico y en mi repertorio. La pandemia me brindó la oportunidad y el espacio para estudiarlas como piezas maestras de matemática musical”. Además, nos comparte un poco de la historia de esta creación. “Se dice que fueron compuestas hace 280 años como remedio para el insomnio de un aristócrata. Y en la actualidad, constituyen un legado histórico que ha sido grabado un sinfín de veces sin perder su carácter particular y sus múltiples aproximaciones al tempo, dinámica y articulación”. Al haber sido escritas originalmente para clavecín con dos teclados, incluyen pasajes imposibles de reproducir fielmente en piano. Sin embargo, esta grabación de Say disuelve las dificultades técnicas con sutil delicadeza. “Para mantener la fluidez y sabor de las Goldberg, cada pianista debe encontrar sus propias soluciones. En mi interpretación, quise transmitir el carácter único, canción, danza e historia de cada pieza”, afirma. Say pudo dedicar una semana a comprender el espíritu de cada variación para crear versiones que revelan la complejidad de cada pieza y que, a la vez, las integran en un conjunto exquisito. “Cada instrumentista debe profundizar en esta larga obra hasta ejecutarla como si fuera una composición propia. Abordar una obra de tal majestuosidad es cosa de toda una vida. ¿Quién sabe? Tal vez, dentro de unos años, con nuevos descubrimientos sobre su profunda riqueza, decida grabarla otra vez”, concluye.