El pianista y compositor turco Fazıl Say se enfrentó a un reto descomunal cuando decidió interpretar esta colección de las sonatas para piano de Beethoven. Es un acto de valentía notable, sobre todo si tenemos en cuenta la competencia, pero Say logra imprimir un estilo único que brilla especialmente en las sonatas más clásicas. El mensaje de la apasionada “Waldstein”, por ejemplo, encaja como anillo al dedo con su personalidad. Los tempi son en ocasiones extremos (el movimiento de apertura de “Claro de luna” es muy lento, mientras que el final estalla en giros dramáticos), pero el ímpetu que mueve sus dedos es innegable. Esta es una colección que esconde tesoros a cada paso del camino.