La versión del clavecinista Jean Rondeau de las Variaciones Goldberg, BWV 988 de Bach tiene un alcance épico que se extiende hasta los 107 minutos frente a los habituales 73 a 80. Y no porque el francés se limite a tocar todo más despacio. En cada repetición, incluida la que cierra el aria, agrega diversos adornos musicales (lo que se suma al espacio enorme que separa las variaciones “XV” y “XVI”). El resultado muestra una reflexión profunda y su larga experiencia en las salas de conciertos. La “Variación XIII” se despliega como un aria de ópera y la “Variación XXV”, conocida como “La perla negra”, impacta de principio a fin.