En este álbum Daniel Hope ilumina un mundo lleno de tesoros que se pierden en el pasado. Los de la Belle Époque, una época floreciente para el arte, la ciencia y la tecnología, fueron grandes años para la música, pero bajo el brillo de la superficie a menudo acechaban elementos más oscuros. La obra central aquí es el mágico concierto para violín, piano y cuarteto de cuerda de Chausson, en el que el cuarteto tradicional se convierte en una orquesta de cuerda. Además de las piezas francesas, Hope toca también música de compositores europeos del mismo periodo (Elgar, Schoenberg, Berg, Koechlin y Enescu, entre otros) con la ayuda de un brillante grupo de músicos amigos. El resultado es tan encantador como provocativo.