Aunque nació de la inagotable cantera escandinava de death melódico, la banda sueca Amaranthe ha llevado el estilo más allá de las trincheras metálicas con un cóctel de power metal, coros pop y poderosos ritmos derivados del hardcore. Sus tres cantantes ocupan diferentes registros expresivos, de la voz gutural de Henrik Englund Wilhelmsson a las atmósferas etéreas de Elize Ryd y las melodías limpias de Nils Molin, y, un poco a la manera de los Queen de los años 70, el grupo abarca buena parte del espectro rock en una sola canción. Hay pocas agrupaciones que combinen como ellos rock accesible y riffs épicos.