La pulida voz del barítono alemán Matthias Goerne es ideal para esta colección de canciones alemanas y austriacas del romanticismo tardío. La prueba más evidente está en las armonías oscuras y sensuales de los Lieder Wesendonck de Wagner, precursores de la obra maestra Tristán e Isolda. La belleza y angustia se entrelazan también en Richard Strauss, por ejemplo, en la gozosa “Morgen” y la crepuscular “Im Abendrot”, ambas de sus Cuatro últimas canciones. Sin embargo, el verdadero descubrimiento son las canciones de Pfitzner en torno al amor y la pérdida. Su “Stimme der Sehnsucht” es un retrato evocador y atormentado del sufrimiento mental. Seong-Jin Cho se revela como un formidable acompañante y su piano tiene la profundidad de una orquesta sin sonar nunca dominante.