“Fobia es un grupo complicado”, dice Javier “El Cha” Ramírez sobre la banda que comparte con el cantante Leonardo de Lozanne, el guitarrista Paco Huidobro, el tecladista Iñaki Vazquez y el baterista, guitarrista y mil cosas más Jay de la Cueva. “Nos hemos separado y nos hemos juntado, y nos hemos vuelto a separar y nos hemos vuelto a juntar, pero el Unplugged nos ha dado una nueva manera de jugar con las canciones”. Grabado tras la triunfal gira de los 30 años en la que sacaron a pasear el repertorio de su primeros álbumes, MTV Unplugged captura a una de las bandas clave de la escena alternativa mexicana en un momento de especial libertad creativa. “Teníamos muy claro que si nos invitaban a hacer un unplugged, queríamos dar la vuelta a las canciones 180 grados”, explica el bajista. No faltan los guiños a los 90, pero la banda repasa a fondo Rosa Venus, su regreso de 2005 y un álbum que cobra mayor peso a medida que pasa el tiempo. Acompañados por músicos del calibre del guitarrista Joe Gore (PJ Harvey), el tecladista Erik Deutsch (Norah Jones) o el percusionista Pipe Ceballos (Zoé), los cinco amigos viajan por el espacio y el tiempo en una sala sin público que, por momentos, parece transformarse en un circo cósmico donde todo es posible. El Cha, que ha aprovechado los largos paréntesis del grupo para explorar la intersección entre el folclore y el rock alternativo con Iñaki en Gran Sur, nos lleva aquí por las canciones que cuentan la historia de Fobia bajo una nueva luz. Pesadilla “Es una canción que nunca habíamos tocado juntos en vivo. La empezamos a trabajar en el estudio y en ensayos, pero después vino el rompimiento de la banda y en el producto final no estuvimos los cinco. Fue bonito poder meterle mano todos y, como dice un amigo que es superfan de Star Wars, ‘ahora ya es canon de Fobia’. Los hinchables que se ven en el video son esculturas sonoras que hace una pareja de Barcelona que se llama Cabo San Roque. Tienen unos percutores que dependiendo del tamaño producen un sonido diferente. Los pudimos programar y secuenciar para replicar todos esos ruiditos de la versión original. Nos ayudaron a llevar el sonido de la canción a esta versión unplugged y encajan como anillo al dedo con el aspecto visual”. Hoy Tengo Miedo “La estrenamos la primera vez que nos volvimos a juntar en el Vive Latino, en unos conciertos en el Teatro Metropólitan, que es un lugar maravilloso. No queríamos regresar solamente con las canciones de siempre y por eso montamos ‘Hoy Tengo Miedo’ y ‘Más Caliente que el Sol’, que habíamos escrito para una película que se llamaba Matando Cabos. En la versión que hemos hecho ahora cambiamos la estructura. Quitamos un precoro y, aunque luego Paco nos dijo que había sido un error al preparar las maquetas, nos gustó como quedó. Es una de las canciones que me gusta más tocar en vivo porque normalmente la hacemos al final del set, cuando ya te quitas los audífonos y escuchas el sonido del público cantando. Tiene un mensaje muy esperanzador”. 200 Sábados “Quisimos tocar muchas canciones de Rosa Venus porque fue el primer disco completo en el que tocó Jay, que desafortunadamente se unió a la banda justo antes de que nos separáramos. Queríamos aprovechar lo buen músico que es. Es un monstruo que toca batería, bajo y guitarra, todo increíblemente bien y con muy buen gusto. Preferíamos que en el Unplugged no tocara la batería y en ‘200 Sábados’ se va a la guitarra. Me gusta mucho el juego que se establece entre mi bajo y el bajo del teclado, que toca graves subsónicos, el ‘pincel gordo’ del que hablaba Paco cuando nos explicaba los arreglos. Lo tocó Erik Deutsch, un tecladista impresionante. De todas las canciones, esta es la más cercana a lo que sería un unplugged tradicional. Me gusta que la versión suene tan alegre a pesar de que la letra es triste: van 200 sábados sin ti y no la estoy pasando nada bien”. Mi Pequeño Corazón “Es de las canciones que hacía mucho que no tocábamos. En la gira de los 30 años retomamos las versiones originales de las canciones. Tuvimos dos conciertos en el Palacio de los Deportes de la Ciudad de México, más grandes de lo que jamás habíamos imaginado. Cuando pensábamos que ya no había más canciones, Paco pensó en ‘Mi Pequeño Corazón’. Es una canción en la que usamos una especie de juguetes que te dan como unos loops de ragas indias. Aquí lo que hicimos fue usar unos juguetes de pilas, darles play y seguirlos al tocar. Tiene un mood muy hipnótico. No sé si lograremos hacerla en vivo otra vez”. No Soy Un Buen Perdedor “Fue uno de los sencillos de Rosa Venus y es una canción que me encanta y que tampoco habíamos tocado en la gira de los 30 años. Todavía recuerdo el video que hicimos chocando coches. Aquí quedó mucho más tranquila. Me gusta lo que hizo Leonardo con la voz porque le dio una intención muy distinta. Es otra de las canciones a las que les quitamos notas, siguiendo la idea de Paco del pincel gordo, y creo que me gusta más que la versión original”. Caminitos Hacia el Cosmos “Esta canción tiene una historia chistosa. En México hay una familia a la que se conoce como el clan Guzmán-Pinal. Silvia Pinal es una actriz muy importante que hizo películas con Luis Buñuel y fue retratada por Diego Rivera. Siempre he dicho que si hubieran hecho Midnight en México en lugar del Midnight in Paris que hizo Woody Allen, hubiera estado allí. Se casó con un rockero que se llama Enrique Guzmán y tuvieron una hija, Alejandra Guzmán, una artista pop-rock superfamosa. Cuando estábamos grabando Mundo Feliz, Paco se la encontró en la calle y llegó con ella al estudio. En la versión original se escucha su voz diciendo ‘Por favor, no saquen las manos del carrito…’, como si fuera un ride de feria por el cosmos, y es la suya. Esta versión empieza con un duelo de guitarras acústicas que hacen Paco y Jay, y después vamos entrando todos. El coro tiene una cosa un poco flamenca y en lugar de ir más rápido, se hace más espacial, como un verdadero viaje por el cosmos”. 2 Corazones “‘2 Corazones’ cambió muchísimo. La versión original es un guiño a la música que escuchábamos cuando éramos jovenzuelos, muy new wave, pero aquí nos fuimos por una versión mucho más relajada. Me gusta mucho porque es muy sencilla, pero la llevamos por otro lado completamente. Se creó una atmósfera muy padre. Jay está tocando el piano, Eric toca un mellotron con efecto de arpa que le da un carácter muy distinto, y yo toco un bajo ukelele que tiene unas notas graves increíbles y muy largas”. Hipnotízame “Amor Chiquito fue el disco más popular de Fobia. Veníamos de hacer Leche, que es un disco que en cuestión de ventas y radio no fue bien, pero es de nuestros favoritos porque nos metimos en el estudio a hacer cualquier cosa y es el último que grabó Gabriel Kuri, nuestro baterista original, y que produjimos con Marteen, que fue como el sexto Fobia en esos primeros tres discos. No le teníamos miedo a nada. Cuando hicimos Amor Chiquito, en lugar de grabar en Nueva York, fuimos a California, a un estudio que se caía a pedazos en el que tuvimos mil problemas. Las máquinas eran tan viejas que arrugaron las cintas y perdimos todo. Fue un disco muy accidentado. A pesar de todo, nos fue muy bien y cambió el sonido del grupo radicalmente. Estábamos ya con Chiquis (Jorge Amaro), un músico brutal y un baterista con un estilo muy distinto al de Gabriel, porque Chiquis entra en la categoría de virtuoso. Fue un disco mucho más rockero, pero ‘Hipnotízame’ es una canción casi puramente acústica. Aunque la versión original tiene un cuarteto de cuerdas, una de las cosas que nos prometimos es que si alguna vez hacíamos un unplugged, quedaba prohibido usar un cuarteto de cuerdas. Es una versión similar a la original”. Vivo “Paco tenía un pequeño riff olvidado y Leonardo lo tomó en un tecladito y a partir de ahí desarrolló toda la canción. Fue una de las últimas canciones que montamos y teníamos dudas, pero en uno de los últimos ensayos Paco dijo ‘tengo una idea para “Vivo”, pero pongan atención, por favor, porque tenemos un día solamente para hacerlo’. Me gusta mucho como quedó la versión. Leo toca un pianito de juguete y toca la armónica, y Jay se va a un teclado Casio ochentero. Es una más para la larga lista de versiones de ‘Vivo’”. Veneno Vil “Esto es protoreggaetón. En los versos tiene ese candombe como de reggaetón y de repente a la mitad se convierte en una canción surf. Lo que hicimos en esta versión es darle una onda más western, como de spaghetti western. Es hipnótica, el ritmo no para nunca. Erik hizo unos sonidos increíbles de trompeta con el mellotron y hay silbidos donde iba el riff de Paco. Es una canción difícil de tocar sentado y la terminamos todos de pie en el escenario. Pipe Ceballos, que es un gran productor y percusionista, hace muchas cosas interesantes aquí: toca una tabla de lavar, grita, pega a las cosas… Me gusta mucho como quedó porque es de las que se fue por otro lado”. El Diablo “Fue el sencillo fuerte de Mundo Feliz y una de nuestras canciones más conocidas. Se acerca más al formato clásico de unplugged, con mucha guitarra acústica y luego rockera al final, pero me gusta porque también la llevamos por otro lado, como si fuéramos señores cantando borrachos en un bar”. No Eres Yo “También de Rosa Venus. Está padre porque Leo empieza jugando con una cajita, una de esas cosas que hacen ruidos raros que colecciona Paco. Si necesitas algún ruido raro, pregúntale al señor Huidobro y seguro que te puede ayudar. Esta era una cajita que funcionaba por óptica, con un foco que de repente reacciona y va haciendo ruiditos. Es una parte muy importante de la canción. En Rosa Venus nos fuimos por las raíces new wave que tenemos, pero también con un poco de los Walkmen, que nos gustaban mucho en aquella época. Aquí mantenemos el ritmo original de la canción, pero con las guitarras acústicas de Paco y Jay. No se despega tanto de la original, pero sí tiene una vuelta interesante”. El Microbito “Aquí es bien padre lo que hace Joe Gore y lo que hacen todos. No quiero que se me olvide ninguno de los músicos. Ya hablamos de Erik y de Pipe, pero también está Mati (Matías Majewski), que es un baterista muy bueno que tocó en la época de Fobia en la que no estábamos nosotros tres. Me gusta que ahora hemos sanado muchas cosas de esa época, como poder tocar ‘Pesadilla’ y que estuviera Mati con nosotros. Sebastián Farrugia también toca la batería para que Jay pudiera hacer otras cosas. Y Joe desde San Francisco, que aquí hace verdaderas locuras. Es una canción musicalmente muy sencilla, pero la guitarra de Joe es impresionante. Kevon Bradford es otro músico que nos acompaña que es un gran tecladista y tiene otra onda, porque es de Jamaica y tiene ese sabor que nada más se da por allá. En ‘El Microbito’ usamos puros juguetes. Iñaki, Jay y yo estamos tocando unos tubos que según lo largos que sean te dan una nota u otra. También usamos uno de esos pollos de plástico que venden en las jugueterías y otros tubos que dan una nota al girarlos en el aire. Nos teníamos que agachar para que Iñaki no nos diera en la cabeza. Habíamos hecho tantas versiones que tenía que ser la joya de la corona en cuanto a la cuestión lúdica del grupo”.