Grabada en vivo en 2016, casi cien años después de que Leopold Stokowski estrenara la obra en Estados Unidos con la Orquesta de Filadelfia, esta Octava de Mahler vuelve a asombrar y abrumar con su audaz ambición. El impecable sentido musical y el talento para el repertorio coral de Yannick Nézet-Séguin son esenciales aquí. La orquesta suena magnífica, los coros cantan como si su vida estuviera en juego y los solistas están muy bien elegidos, con Erin Wall y Angela Meade a la cabeza. La grabación captura la escala titánica de la sinfonía y resuelve fabulosamente su complejidad espacial. Esta es una versión formidable de lo que sigue siendo todo un acontecimiento musical.