KiCk i

KiCk i

Publicado en 2017 e inspirado en parte por sus paseos por el cementerio londinense de Abney Park, el homónimo tercer álbum de Arca estaba marcado por la tristeza. “Y vergüenza”, le confiesa la artista a Apple Music. “El disco se abre con un verso sobre el deseo de cambiar de piel que sólo ahora entiendo. No se me escapa que La piel que habito es una de mis películas favoritas de Almodóvar. Básicamente, fue casi como si mi música me estuviera guiando sin yo saberlo. Ese es el milagro del arte, ¿no? Ni siquiera sabes por qué ciertos directores o películas te mueven tanto, aunque sean problemáticos o te hagan ruido. Ese es el espejo que, con el tiempo, puede acercarte y ayudarte a profundizar en tu verdadero yo”. Tras la publicación de aquel disco, Alejandra Ghersi se mudó a Barcelona, donde comenzó su transición y se enamoró. “He tenido mucho tiempo para experimentar cosas que nunca había vivido”, asegura. Como consecuencia, KiCk i, el primero de lo que se plantea como toda una serie de discos, es un álbum lleno de vida y plagado de travesuras, desafíos, alegría y vulnerabilidad. Las reflexiones sobre el propio ser, el lenguaje y el amor se traducen aquí en una atrevida síntesis de electrónica, reggaetón, pop y baladas. La calma surge de la fricción, el swag se combina con la ternura y las canciones logran un cautivador equilibrio entre la invención y la accesibilidad. “Intento encontrar un punto de tensión que genere calor en vez de confusión”, explica Ghersi. “Lo que realmente quiero es entretener a la gente. Una parte de mí quiere entretener y ser servicial pero, al mismo tiempo, otra parte quiere desafiar y transgredir”. A continuación, ella misma nos guía por cada canción del álbum. Nonbinary “Quería introducir el concepto de los estados múltiples del ser (self-sates en inglés), que se refiere al sistema de personalidades que cada uno de nosotros puede tener. Es un término con muchas implicaciones. Es una idea integradora e inclusiva que no debería darle miedo a nadie. También podríamos hablar de ‘estados de ánimo’ y decir que es el espectro de estados de ánimo que podemos tener. Mi estado de ánimo cuando estaba escribiendo esta canción me resulta desconcertante, se refiere a una parte de mí que tiene muchísima confianza en sí misma. Es una certeza a la que tengo acceso en ciertos estados. En otros, es algo en plan ‘Maldita sea, no puedo creer que esté yendo hacia eso’. Es una travesía personal a través de años de análisis. Estuve trabajando con alguien para intentar darle sentido a todo. Realmente es un campo de desarrollo, filosofía de la identidad. Las palabras ‘no binario’ son muy recientes. Cuando las tecleo, el auto-corrector me las cambia y les pone guión, así que la parte de mí que disfruta con la lingüística y los juegos de palabras dice ‘Vaya, así que estas palabras significan algo diferente para ti y para mí. Tal vez ni siquiera discutamos por ver quién tiene razón, simplemente vemos el mundo de forma diferente’. La idea es deshacerse de la presión de tener que estar de acuerdo y abrirse a la idea de coincidir en no estar de acuerdo. Lo que sugiero, de un modo extraño, es que no todo el mundo tiene que pensar como yo, sino lo contrario”. Time “Esta es una canción que habla de aprovechar el día y al mismo tiempo cuenta una historia de amor. Quería hacer un tema que fuera como una brisa bajo tu cara. Quería elevarme, subir como la espuma. Después de ‘Nonbinary’, que es muy tensa y beligerante, era algo en plan ‘De acuerdo, has logrado cruzar ese portal y ahora puedes tomar un poco de azúcar de postre’. Creo que también habla de cuidar de una misma y de prolongar tu baño de burbujas todo lo que quieras. Tienes que dejar a un lado la productividad, estirarte y mimarte un poco, porque eso también es, curiosamente, parte de la homeostasis de ser capaz de resultar productiva y fértil. [Musicalmente], estaba canalizando literalmente a mi parte más gay. Sé que suena raro viniendo de una mujer trans, pero no debería serlo. Pensaba en Kylie y en Madonna, en esos sintetizadores que me parece que suenan de lo más gay de un modo hermoso. Es burbujeante”. Mequetrefe “Quería encontrar un insólito valle entre una alegre celebración y una transgresión desafiante. Esta es la canción que pongo cuando tengo que empoderarme a mí misma para encarar al mundo y presentarme tal y como soy. Es una canción en la que hay mucho cariño y una suave progresión de acordes que sirven para recordar que es fruto del amor y del trabajo de expresarse una misma. Al mismo tiempo, no se me escapa que va a generar cierta estática a mi alrededor. Me mudé a Barcelona a propósito. Había una parte de mí que se negaba a comenzar mi transición en Nueva York o en Londres, porque tenía muchísimas dudas. No quería estar en un espacio seguro. Sentía que necesitaba ir a algún lugar más tradicional para dejar que el cambio floreciera dentro de mí. No quería sentir que me estuvieran animando a hacerlo. Necesitaba saber, a nivel espiritual, que era algo que quería hacer por mí misma. Así que la canción es una respuesta muy directa a no querer tener que ser impenetrable e inmune y alzarme por encima de la gente que me mostraba visible o verbalmente su desaprobación en las calles de una ciudad como Barcelona, que es muy tradicional. De algún modo, también fue una especie de regreso, ya que es la primera vez que vivo en un país hispanohablante desde que dejé Venezuela con 17 años, así que hay algo de simbolismo poético en ello”. Riquiquí “Me encanta hasta el último detalle de esta canción. En parte de la letra, ni siquiera intento que sea algo universal. Como lo de 'mango bajito', que es algo que mi padre decía cuando encontraba sitio para aparcar: '¡Oooooh, mango bajito!' Es una expresión venezolana que quiere decir ‘Hay mangos por todas partes’, refiriéndose a los frutos que cuelgan bajos y puedes tomar directamente del árbol. Hay expresiones muy, muy locales o personales a lo largo de toda la canción. Como en el título: apela a tu boca, a darle forma fonéticamente. Tiene travesura, calor y chispa. Algo en plan ‘Vale, déjame alcanzar mi tono de barítono más bajo y mi grito más histérico’, como si pudieras ver a un personaje que cambia de forma y tiene diferentes expresiones que, sin embargo, están unidas por una esencia común, algo eléctrico”. Calor “Una canción de amor consumada. Probablemente sea la canción de amor más alegre y efusiva que haya escrito bajo el nombre de Arca. Está dedicada a mi novio Carlos. Pasé gran parte de mi vida preguntándome ‘¿Cuándo voy a encontrar a alguien a quien pueda amar y con quien pueda ser yo misma?’ Realmente no pensaba que me fuese a enamorar cuando lo hice con Carlos. No lo buscaba y, de hecho, lo estaba evitando. Cada vez que había química con alguien, yo desaparecía, porque no sabía cómo lidiar con eso. El amor me daba miedo por culpa de algunas experiencias previas. La letra de esta canción surgió de forma improvisada, fue una de esas sesiones en las que sólo necesitas una toma de principio a fin. ‘Calor’ es, en buena medida, un suspiro de alivio, es como decir ‘De acuerdo, estoy haciendo esto, está pasando. Voy a dejar que me inunde’. Cuando la escucho es algo en plan ‘Vaya, no me puedo creer que escribiera algo así, es tan vulnerable…’”. Afterwards (feat. Björk) “Lloré la primera vez que escuché la grabación. Cuando salió Homogenic [el disco de Björk de 1997], cambió para siempre mi forma de ver la música y los videoclips. Fue una época muy importante, y cuando escuché ‘Afterwards’ me la recordó muchísimo. La forma de cantar de Björk es vasta como el océano, es muy generosa con el aire en su tono vocal. El hecho de que quisiera cantar en español [Björk canta el poema de Antonio Machado ‘Anoche cuando dormía’] me dejó boquiabierta. Ya que lo cuento todo, lo cierto es que intenté juntar en el mismo tema a ROSALÍA y a Björk. La planificación fue una locura total, pero hicimos un hilo común de emails y ROSALÍA nos ayudó un poco con la pronunciación. Fue un hilo muy bonito y muy dulce, en el que todas nos animamos mutuamente. El poema en sí también es muy tierno. Siento que hay en él una cierta humildad y una sensación de asombro, interconexión y anhelo. Es un tema que me recuerda al crepúsculo o el amanecer por esa especie de brillo que tiene, y la letra le añade una sensación muy onírica”. Watch (feat. Shygirl) “Oh, sí, hablemos de Shygirl. Es lo más. Creo que es increíble. Es muy cool y tiene una energía de lo más refrescante. Me encanta su estilo y cómo hace las cosas, es imparable. Conectamos mucho en lo que se refiere a performatividad, valentía, destrucción femenina, poder, dominación y sumisión y no encasillarse una misma. Sus ideas a la hora de jugar con la sensualidad y la sexualidad sin avergonzarse me parecen muy originales”. KLK (feat. ROSALÍA) “Me encanta ROSALÍA. Nos conocimos en una fiesta aquí en Barcelona y desde entonces seguimos en contacto. Solemos hablar del valor que hace falta para ser una diva del entretenimiento y de lo duro que es este trabajo. Nos animamos mucho mutuamente y cuidamos la una de la otra. Cuando abro un hilo para colaborar con alguien, suele ser con una persona con la que quiero hablar y trabajar durante varios años. ROSALÍA y yo tenemos mucho en común. No queremos que se nos encasille ni que se nos vea como artistas tradicionales, pero tampoco que se piense que renegamos de esa tradición. De hecho, a ambas nos gustan tanto la música tradicional y el folklore, que queremos mantenerlos vivos y darles nueva vida, manteniéndolos como parte de la conversación. Es mucho más fácil quedarte dentro de los límites de lo que alguien pueda esperar de ti basándose en quien cree que eres, en tu aspecto. Hace falta coraje para decir ‘Me encanta la música. Voy a hacer lo que sé que hacen los músicos, que es sintetizar diferentes influencias antes de que lleguen a las pantallas o las pasarelas’. Parte de lo que convierte la música en algo tan maravilloso para mí es que permite fundir y sintetizar elementos aparentemente dispares o incompatibles de forma mágica”. Rip the Slit “‘Rip the Slit’ es un giro inesperado. Es, probablemente, la canción que lleva de modo más orgánico a lo que imagino que es KiCk ii, que es algo más travieso. Es un tema raro. También diría que es el más repetitivo. Me recuerda a una especie de trance. Cuando repites algo muchas veces, empieza a significar cosas diferentes, y eso fue con lo que jugamos aquí. Como si fuese algún tipo de alegre perversión. Me recuerda a mí misma mientras grababa discos anteriores como Stretch 1 y Stretch 2. Tiene una base rítmica muy pesada. Soy conservadora con el uso de snares, pero esta canción tiene muchos. Es como un amor por los intervalos de snare y cosas así. Algo muy ágil, en términos de producción”. La Chíqui (feat. SOPHIE) “Esta canción me parece una locura. Me encanta SOPHIE, y siempre pensé que, si hacíamos una canción juntas, tendría que ser algo muy loco. Creo que nos la pasamos en grande mucho más allá de lo podría haber imaginado o esperado, fue todo muy rítmico y muy caótico. Hay mucho de SOPHIE en esta canción. No es sólo su voz, también me refiero al sonido. Fue algo muy colaborativo. También fue muy bonito trabajar con otra mujer trans dejándonos ser quienes somos, siendo autosuficientes y reforzándonos mutuamente para encontrar puntos de colaboración. Cuando pienso en esta canción, me transmite muchísimo entusiasmo y energía”. Machote “‘Quiero una Chica’ fue una canción de Latin Dreams que tuvo un gran éxito en Caracas cuando se publicó en 2003. Yo nací en el 89, así que saca la cuenta. Me tocó en plena preadolescencia/adolescencia en Venezuela. Diría que ‘Machote’ es un cover, no lo oculto. Pero cambié todos los pronombres y abrevié algunas cosas. ¿Conoces la sensación de que te encante una canción, pero esta esté dirigida a un género que no es el tuyo? No hay más que invertir el género. Lo que aquí pretendo es dirigirme a mi yo adolescente y decirle ‘Lo que sientes no sólo es válido, sino que vas a ser capaz de compartirlo’. Por otra parte, ¿has visto la portada del original? Cuando la vi pensé ‘Vaya, así que los chicos pueden tener esa pinta… Se puede ser así de andrógino, de femenino’. También utilicé un sample de ‘Wound’, una de las canciones de [mi disco de 2014] Xen. Tiene una sección de cuerdas a la que he recurrido varias veces a lo largo de mi carrera. Es una progresión de acordes de lo más común, pop y hollywoodense, pero que me llega mucho. Si utilizo esos acordes es porque me estoy expresando algo muy sincero”. No Queda Nada “Esta me hace pensar en [la difunta estrella del Tejano] Selena Quintanilla. ¿Conoces la película [Selena]? ¿En la que J. Lo hace de Selena y hay una escena en un estadio? Me impactó muchísimo. ¿Cómo era aquello para un artista que mezclaba géneros, que no podía ser encasillada? Al ir y volver con frecuencia de los Estados Unidos, ver su historia y saber que no habla demasiado bien ni el inglés ni el español, sino que tenía su propio idioma (el spanglish), me llamó mucho. Yo crecí escuchando a Aaliyah y a Madonna, pero no venía del mismo lugar ni compartía un bagaje con ninguna de ellas. Si embargo, me sentía mucho más cerca de alguien como Selena. ‘No Queda Nada’ es, tal y como yo la veo, como una balada para estadios. Tiene esa especie de majestuosidad a cámara lenta. Suena plena y conmovedora, y al final se eleva a la estratósfera. Es la segunda canción en la que menciono el nombre de Carlos. Es una canción de amor dedicada a todo el amor que había nacido y que continuaba brotando de mí. No me dio miedo ir hasta el final y completar la balada sin editarla para la radio. Es muy conmovedora, resulta tan personal y tan tierna que hace que se me rompa la voz”.

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