Desde su estreno, Pedro y el lobo (Peter and the Wolf) de Prokofiev ha sido, probablemente, el mejor medio para introducir a los niños en el mundo de la música. Sus maravillosas melodías, sus vivas caracterizaciones y una trama que incluye su parte de drama entre realista y grotesco, con un pato que clama desde el estómago de un lobo. La Real Orquesta Filarmónica de Liverpool, dirigida por su carismático titular Vasily Petrenko aporta a la historia el virtuosismo que ha alcanzado en los últimos años. El narrador Alexander Armstrong, en un papel tan importante como la música misma, cuenta la historia con un tono de humor sobrio. Practical Cats, sobre textos de Eliot, de Rawsthorne, y El carnaval de los animales (Carnival of the Animals) de Saint-Säens, con los poemas de Ogden Nash, completan un álbum irresistible.