Famoso por sus enérgicas danzas, pasión ardiente y su melancólica introspección, el rico legado popular de Bohemia, hoy parte de la República Checa, sirvió de inspiración a muchos de sus compositores. En el Concierto para violín (Violin Concerto) de Dvořák, el virtuoso Augustin Hadelich y la orquesta descienden a las raíces en su primer ardiente movimiento para emerger triunfales en el lirismo desatado del final y la celebración popular de la dumka que hace las veces de interludio. Pero este maravilloso álbum ofrece mucho más que una nueva versión del concierto. El corazón del programa está en las conmovedoras obras para piano y violín que reúne. La inquieta (e inquietante) sonata de Janáček funde admirablemente folclore y modernismo. Josef Suk se deja llevar por su sangre bohemia en las deslumbrantes 4 Piezas (4 Pieces) y las dos miniaturas de Dvořák cierran el disco con cálida humanidad.