Schubert: Ländler

Schubert: Ländler

Ni siquiera las grandes estrellas de la composición son inmunes a las tendencias de la moda. La defensa que hizo el pianista Alfred Brendel de las Bagatelas de Beethoven, a mediados del siglo XX, contribuyó a sacarlas del anonimato y convertirlas en piezas habituales en conciertos y grabaciones discográficas. De manera similar, los Ländler de Schubert seguramente disfrutarán de un resurgimiento esperado gracias a la hermosa y cuidadosa selección de 45 de estos pequeños milagros musicales de Pierre-Laurent Aimard. “Lo que realmente me impresionó es que Schubert sigue siendo tan profundo, tierno, fresco y puro en estas piezas como en sus mejores y más largas composiciones”, comenta el pianista francés a Apple Music Classical. “Aquí no hay nada banal, son auténticos tesoros”. El Ländler era un baile a tres tiempos popular en la Alemania rural, considerado el hermano campesino del vals. A lo largo de sus 31 años de vida, Schubert compuso casi 450 Ländler para piano solo, titulados de diversas maneras: danzas alemanas, valses, ecossaises (otro tipo de danza a tres tiempos originaria de Escocia) o simplemente Ländler. Algunas son obras sustanciosas de un par de minutos, mientras que otras constan de unos pocos compases y duran apenas 30 segundos. No cabe duda de que Schubert habría compuesto muchos de ellos para entretenimiento privado, ya fuera para su propio deleite o para que otras personas los disfrutaran en la comodidad de sus hogares. En la pandemia, fue precisamente este aspecto íntimo de los Ländler lo que llamó la atención de Aimard. “Durante el covid no teníamos escenario, ni vida pública, ni necesidad de aplausos”, explica. “Estas piezas representan para mí un regreso a una forma de intimidad, una intimidad artística. Siempre he apreciado esto, pero en ese momento se convirtió realmente en algo fundamental”. Aunque breves, los Ländler contienen algunas de las expresiones musicales más ingeniosas y emotivas de Schubert, con sus armonías ambiguas y juguetones vaivenes entre tonalidades mayores y menores. Muchas de estas piezas, en particular las 12 Danzas alemanas, D. 790, fueron fuente de inspiración para Brahms, Mahler y Schumann, señala Aimard, quien sugiere que el Carnaval de Schumann posiblemente no habría existido si no fuera por ellas. ¿Cuál Ländler recomendaría escuchar primero? “Es muy difícil ser selectivo”, bromea Aimard. “Lo que me gusta es viajar, deambular de canción en canción, de ensoñación en ensoñación, dejar que esta música me tome de la mano y me lleve”.

Elige un país o región

Africa, Oriente Medio e India

Asia-Pacífico

Europa

Latinoamérica y el Caribe

Estados Unidos y Canadá