Sonny Moore estuvo bastante ocupado en los años posteriores a Recess (en 2014). El disidente de la electrónica, más conocido como Skrillex, mantuvo un flujo prácticamente interminable de sencillos, remixes, colaboraciones de alto perfil (Justin Bieber, Travis Scott) y autorías compartidas con artistas emergentes. Sin embargo, faltaba un álbum propiamente tal. Nueve años después, con Quest For Fire, recupera con creces el tiempo perdido. El extenso e impactante LP de 15 tracks ofrece la imagen más completa de la gama de este productor visionario hasta el momento. El álbum representa la devoción de Skrillex por el bass. Casi todas las pistas están saturadas de frecuencias graves voluminosas, en forma de potentes y brillantes parches de FM. El primer tema “Leave Me Like This” trae un riff retorcido similar a los utilizados en el bassline del Reino Unido. “Tears”, una colaboración con el productor británico Joker y con Sleepnet, un artista del círculo de Noisia, rinde homenaje a la vieja escuela de la bass music del sur de Londres. Aunque el dubstep ha sido importante en la historia de Skrillex, sólo constituye una pequeña parte de Quest For Fire. El disco también incluye exuberantes melodías garage (“Butterflies”, con Starrah y Four Tet), sonidos de club de Oriente Medio (“XENA”, con la cantante y compositora palestina Nai Barghouti), dancehall futurista (“Rumble”, con Fred again.. y Flowdan) y más. Los elementos en común presentes en todo son las habilidades vocales de Skrillex y la intrincada programación de batería, que continúa desbloqueando nuevos niveles de energía hipercinética. Skrillex es conocido por trabajar en el estudio con sus amistades más cercanas, y Quest For Fire no es la excepción. El álbum está cargado con nombres grandes y pequeños. Missy Elliott rapea nuevos versos (y una inteligente interpolación de “Work It”) en el himno hip-house “RATATA”. El soñador Porter Robinson y la creadora de éxitos Bibi Bourelly añaden un toque emocional a “Still Here (with the ones that I came with)”, un tema de garaje conmovedor. El cameo más sorprendente podría venir de Eli Keszler, un percusionista experimental que ha trabajado con figuras vanguardistas como Laurel Halo. Sus colaboraciones lo han ayudado a llegar a lugares inesperados, como en “TOO BIZARRE (juked)”, en la que el rapero Swae Lee, el productor Siiickbrain y el bajista Posij se unen en una fusión sin precedentes de R&B, juke, pop punk y screamo. No importa quién lo acompañe en la cabina, su sonido original es su marca registrada.